El fin de semana empezó en la Pizzería Ciudad Jardín de Madrid, donde quedamos a comer con varios de los integrantes del foro de carreraspopulares.com, al que soy asiduo desde que empecé a correr hace ya tres años. Muy buen ambiente, mucha gente con la que hablo a menudo pero a la que no podía poner cara y mucha pasta para cargar hidratos para la carrera.
El domingo me desperté a eso de las 5.30 y, aunque no me tenía que levantar hasta las 7, lo cierto es que ya dormí poco más. Al final me levanté a las 6.45, desayuné tranquilamente dos horas antes de la carrera y me preparé despacio. Salimos a las 8 del hotel y nos fuimos a la Cibeles. Ahí estoy yo, antes de empezar la carrera, con la Cibeles vallada por si había alirón esa noche. De ahí a la salida, que daba gusto: se sale a todo lo ancho de la Castellana, con lo que, aunque la organización afirmaba que había 13.000 inscritos (acabaron 7.700) lo cierto es que no había ningún agobio para salir. En dos minutos ya estaba yo debajo del arco de salida, enfilando la Castellana hacia arriba. Estos primeros 5 kilómetros picaban hacia arriba y salí bastante tranquilo. El km 5 estaba en Plaza de Castilla y allí el GPS me clavaba la distancia. Había hecho los primeros 5 kilómetros a 5:49, regulando un poco al principio, para no dejarme llevar por la euforia. A continuación se gira hacia la derecha y, desde ahí hasta la media maratón el perfil es netamente descendente, aparte algunas rampas. Ya que casi la totalidad del recorrido es en subida o en bajada, hay muy pocos tramos continuados completamente planos.
En el km 10 ya había bajado la media a 5:33, la mantuve en el 15, y en el 20 y en la media maratón a 5:30, pasando en 1:56:21 la media. Un poquito más rápido de lo que pensaba (esperaba hacerla sobre 1:58). Pero es que, aún así, fui conteniéndome mucho. Me encontraba muy bien, las pulsaciones no me llegaron casi nunca a 150, y tenía muy buenas sensaciones. Incluso me dio para contarles un chiste a Salti y Txunda, a los que me encontré sobre el kilómetro 11.
A esas alturas ya habíamos pasado por todo el centro de Madrid, la zona más bonita sin duda de la carrera: Alberto Aguilera, Fuencarral, la Gran Vía, Callao, Preciados, la Puerta del Sol -donde más gente había-, la calle Mayor, Ferraz, el Palacio Real... La foto es de un par de kilómetros antes de la media maratón, sobre el 19.
Tras pasar la media se entra la Casa de Campo, que es la zona que menos me gustó de la carrera. Empezando por la entrada en sí, que estaba en muy malas condiciones. Después, son 6 kilómetros bastante aburridos, con poca gente y aún menos animación, que acaba con una cuesta criminal, la más dura de toda la carrera. Era el kilómetro 30 de la carrera, y seguía aguantando el tipo. El 25 lo pasé a 5:31, que se fue al 5:33 en el 30 después de esta cuesta arriba. Pero iba satisfecho: no lo estaba pasando mal y tenía aún 7 segundo de margen por kilómetro para bajar de las cuatro horas. A la salida de la Casa de Campo y antes de cruzar por encima la M-30 junto al Vicente Calderón había una zona con mucha animación, donde vi a Isa por última vez. Era más o menos el kilómetro 32 y todavía iba perfectamente.
Al llegar al 35 la media me había subido a 5:35, ya empezaban a pesar los kilómetros. Y empezaba lo más duro. Iba entero, pero ya sin muchos alardes. Esos últimos 7 kilómetros, de los que 6 eran en constante subida, serían los que decidirían cómo me iba finalmente en la carrera. Ahí todavía podía bajar de las cuatro horas, si mantenía el ritmo, o bien hundirme y perder 10 ó 15 minutos más. Hasta el 37 mantuve el ritmo de 5:36, pero los cuatro siguientes, hasta el 41, me machacaron. Los hice a 6:19 y perdí el margen de más o menos dos minutos que yo consideraba que, haciendo los kilómetros a 5:45, tenía. Cuando acabé la subida me quedaba poco más de un kilómetro, y poco menos de cinco minutos y medio de tiempo. Ahí apreté todo lo que pude, entré en el Retiro a todo lo que podía y, aunque hice ese último kilómetro a poco más de 5:00, me sobraron 22 segundos para bajar de las cuatro horas. Al final hice 4:00:21, a muy poco de ser sub 4:00.
Lo cierto es que me importa menos de lo que yo pensaba. He estado muy cerca, he mejorado 15 minutos respecto a Nueva York y, además, me encontré muy entero tanto al acabar -a pesar del lógico cansancio- como hoy. Nada que ver con el anterior, en el que estaba realmente baldado. En fin, muy satisfecho de irle, poco a poco, cogiendo el tranquillo a esto de las carreras. Ahora, a descansar un par de semanas y, después, otra vez a correr.