viernes, 26 de septiembre de 2008

La abubilla de la familia

Desde hace ya muchos meses, tengo habitualmente abubillas en el jardín. Son unos pájaros muy bonitos, que suelen asombrar a los que vienen a casa. Suelen situarse en el cesped que hay al lado de la piscina y, si no se las molesta, se pueden tirar horas picoteando en la tierra comiendo insectos. A primera hora de la mañana, hay días que puede haber seis o siete al mismo tiempo y, realmente, es una bonita forma de levantarse.
Pero son muy huidizas. Sólo con estar a punto de salir, antes incluso de abrir la puerta de la calle, me ven a través del cristal y levantan el vuelo. Es muy difícil acercarse.
Pero, desde hace un par de semanas, tengo una abubilla casi doméstica. Digo casi porque, obviamente, no me puedo acercar tanto como para tocarla. Pero, para la desconfianza habitual de estas aves, acercarse a tres o cuatro metros de ellas ya es sorprendente. Aquí teneis una filmación que le he hecho estos días -antes de estas trombas de agua-:

Como veis, deja que te acerques bastante, pruébalo con otra y verás como en cuanto te vea de lejos se irá rápidamente.

Obviamente, no puedo asegurar que sea la misma abubilla la que llevo viendo tantos días seguidos. Puede que sean varias distintas. Pero sospecho que es la misma. A ver si nos ha cogido cariño y se queda más tiempo. En la poesía clásica china, la abubilla se describe como un mensajero celestial que a menudo trae noticias sobre el advenimiento de la primavera. La abubilla es considerada un buen auspicio en China gracias a su belleza única. A ver si es verdad. En cualquier caso, siempre resulta agradable tener visitantes así.

1 comentario:

  1. Pues es muy muy bonita...
    Seguro que si va por allí es porque se siente a gusto...

    o igual es que de mensajera está haciendo el papelón del espiritu santo y te viene otro renacuajo!!!

    besitos.

    ResponderEliminar