martes, 2 de diciembre de 2008

Haka vs Twickenham

Absolutamente espectacular. El sábado pasado vi en directo el Inglaterra vs Nueva Zelanda, partido amistoso de rugby, y lo que pasó antes del partido es una de las cosas que más me han impresionado de todas las que rodean al mundo del deporte.

Para el que no esté familiarizado con la tradición, la selección de rugby de Nueva Zelanda, los All Blacks -considerados el mejor equipo de rugby del mundo, aunque haga ya 21 años que no ganan la Copa del Mundo- hacen ante de sus partidos una danza tribal maorí, conocida como Haka, de la que hay varias versiones. Es una forma de impresionar al contrario: gestos, gritos, miradas desafiantes... Es uno de los rituales del rugby. Los himnos previos y la haka apetecen verlos antes de los partidos casi tanto como el propio juego posterior.

Frente a la haka, el equipo contrario puede adoptar varias posiciones. La más habitual es colocarse frente a ellos, aguantando la mirada, aparentando no dejarse intimidar, hasta que termina. También he visto equipos -los menos- que daban la espalda a la Haka o que hacían un corro y no miraban al contrario. Pero lo que vi el sábado no lo había visto nunca -tal vez haya pasado más veces, yo no lo he visto, no con esa intensidad-.

Porque no fueron los jugadores contrarios los que desafiaron a los neozelandeses, sino que fue el público de Twickenham, el estadio inglés donde la selección juega sus partidos, los que se opusieron a la haka. Cantaron a voz en grito, más de 80.000 gargantas, el Sweet low, sweet chariot, la canción que tradicionalmente le cantan a su equipo los seguidores ingleses. Y lo hicieron tan fuerte que, realmente, por una vez, impresionaba más oír al publico cantar que a los All Blacks hacer la haka. Aún con los micrófonos direccionales enfocados a Weepu, dirigiendo la haka y con todos los All Blacks gritando, sólo les ve apenas mover la boca sin que casi nos llegue el sonido. Tal es el estruendo de la gente gritando.

Tal vez ese espíritu fue el que llevó a los ingleses, hoy por hoy muy inferiores a los neozelandeses, a aguantar 60 minutos el partido igualado, aunque en los últimos 20 se vinieran abajo estrepitosamente, perdiendo 6-32. Pero, ese día, el espectáculo estuvo también antes del partido.

2 comentarios:

  1. Joder...sí que fue impresionante, si...

    Lástima que perdieran, que hubiese sido un bonito agradecimiento a su público.

    Besitos.

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  2. Uf,qué gran vídeo.La verdad es que las caras de los "bicharracos" neozelandeses da miedo,pero lo del público cantando al unísono y no dejando que se escuchase el Haka debió alentar a los ingleses,de ahí que al menos lograran plantar cara un buen trozo del partido.

    Ojalá el deporte nos siga dejando imágenes como estas.

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