miércoles, 3 de julio de 2019

A por el Ironman de Austria

IRONMAN AUSTRIA. LA PREVIA

Y el día ya casi ha llegado. Mañana a estas hora estaré de camino a Austria, así que toca volver al blog para contar las impresiones previas a la carrera.

En primer lugar, hay que decir que con muchas ganas ya de que llegue el día. La verdad es que los últimos dos meses se me han hecho largos y estoy bastante saturado. Como debe ser, por otra parte. Si después de diez meses de entrenar 27 o 28 días al mes, de levantarte más temprano el sábado y el domingo que el resto de días de la semana, no estás cansado física y mentalmente, es que algo no has hecho bien, al menos en  mi caso.



Retomé (no desde cero, pero casi) el entrenamiento en septiembre y esos primeros meses hasta Navidad los cogí con muchas ganas y pronto cogí rutina. A partir de enero pasé algún problema con los isquios que no me dejaron entrenar todo lo bien que quería. Aún así, media de Santa Pola, de Orihuela y de Elche en transición. En la última me hice un esguince que recuperé en poco tiempo, pero que me hizo estar un par de semanas casi parado.

Además de las medias, hice varios duatlones, algo que casi no había hecho hasta ahora. El de Punta Umbría, al tiempo del campeonato de España por clubes, y, especialmente, el de relevos en Villanueva de Castellón, que fue especialmente divertido y en el que, además, hicimos un doble equipo de padres/hijas.



A partir de abril, como era de prever, empezó a subir el volumen del entrenamiento, sin que físicamente me resintiera. Solo una competición más, el triatlón sprint de Orihuela, en el que repetí respecto al año pasado, mejorando mucho el tiempo (lógicamente, ya que el año pasado apenas había entrenado). No he hecho ningún otro triatlón de mayor distancia, así que, por ese lado, quizás un poco corto de competición previa. En cualquier caso, mucho entrenamiento, sobre todo de carrera y de natación, en los que he acumulado muchas más horas y kilómetros que en ocasiones anteriores. En bici ha sido, en conjunto, una distancia y tiempo entrenado muy similar a años pasados, si bien más cortos en distancia y a mucha más velocidad.


Así que, aquí estamos, a menos de cuatro días de empezar mi cuarto Ironman, con toda la ilusión y las ganas posibles y con los depósitos llenos de energía. Solo me queda agradecer el apoyo de mis compañeros de club (nuevo), La 208 Triatlón Club, especialmente a los de larga distancia, con los que he compartido tantas horas de entrenamiento. Y a Quique, entrenador, por su planificación y atención. Y, claro, a mi familia por soportar tantas horas de entrenamiento.

En unos días, la resolución de la prueba.

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